Últimamente ando a vueltas con el tema se la consistencia.
¿Es posible vivir en un estado mental donde nada te altere? ¿Un estado mental de paz consistente? ¿Un estado mental de total indefensión y ausencia de miedo?
Así que decidí preguntarle a Jesús acerca de la consistencia.
Consistencia es Unidad.
La dualidad siempre trae inconsistencia.
La consistencia es un único propósito. Una única función. Es aceptar que eres el santo Hijo de Dios, que esa es tu única realidad.
Estás eternamente en estado de Gracia.
Porque la eternidad es consistencia, el tiempo, inconsistencia.
La consistencia no sólo es posible, es inevitable, porque sólo el Amor es Real. No hay nada que pueda oponerse a ese Amor, salvo en sueños. Pero los sueños no son la realidad.
Si deseas la consistencia no podrás sino experimentarla porque nada puede oponerse a tu deseo.
Es tu deseo de dualidad, inconsistencia, lo único que te separa de esa experiencia siempre Presente.
El Cielo es Ahora.
La dicha es Ahora.
La consistencia es Ahora.
Siempre Ahora.
Como el Curso te recuerda:
Cuando lo único que desees sea amor no verás nada más.
La naturaleza contradictoria de los testigos que percibes es sencillamente el reflejo de tus invitaciones conflictivas.
Eso es la consistencia:
Un único deseo.
Desear la paz de Dios por encima se todo.
Desear ser feliz en lugar de tener razón.
Desear Mi Amor en lugar de los regalos envenenados del ego.
La consistencia se alcanza al usar toda situación de tu vida con el propósito de despertar. El propósito de aceptar la Expiación.
Con el propósito de reconocer que eres el soñador, no una figura del sueño.
La consistencia es el sueño feliz.
Reconocer que estás soñando.
Todo el tiempo.
Es tú sueño.
Nadie te hace nada.
Son únicamente tus pensamientos los que te causan dolor, o infelicidad.
Es tu decisión.
Siempre es tu elección.
Consistencia es aceptar plena responsabilidad acerca de tú experiencia.
Porque plena responsabilidad, es plena felicidad.
Consistencia.
Un sueño feliz.
Feliz día.
Iciar
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