Escribir es rezar

Escribir es rezar. Franz Kafka

Hay muchas formas de orar, al igual que hay muchas formas de meditar.

En mi caso una de las más naturales es escribir.

Me encanta escribir.

Es mi forma de expresarme.

Cuando necesito claridad, escribo.

Cuando necesito guía, escribo.

Cuando necesito una reinterpretacion, o ver algo de otra manera, escribo.

Si estoy triste, escribo.

Y si estoy alegre, también.

Es mi forma de empezar el día. De poner mi mente a disposición de los milagros.

Sentarme, empezar por donde estoy, plantear una pregunta, escuchar.

Es mi oración.

Lo que me funciona.

Otra forma es pasear.

A veces estoy sentada y de repente noto el impulso de levantarme.

Como si alguien me cogiese de los hombros y me empujas a dejar lo que esté haciendo, ponerme los zapatos y salir.

Estos paseos meditativos son como oraciones activas.

Me permito ser guiada. No pongo una dirección. No tengo un objetivo.

Me sorprendo de adónde me dirigen mis pasos: Ah, ahora a la derecha. Ah, ahora nos tomamos un café....

Mi mente trata de elucubrar, dirigir, avanzar lo que vamos a hacer, pero yo la escucho, y luego dejo que mis pasos me señalen el camino.

Si algún día te cruzas conmigo verás que una sonrisa asoma a mi cara, y es que pasear me conecta con el instante presente donde reside la felicidad.

Supongo que esa es una de las razones de que conecte tanto con Julia Cameron y sus libros.

Ella habla de la escritura como camino espiritual.

De pasear y escribir.

Y estoy totalmente de acuerdo.

Últimamente veo que también cocinar me conecta con ese presente. Es algo que disfruto. También me permito ser guiada y en ocasiones bromeo diciendo que tengo un "Ratatouille" (si no has visto esta película animada te invito a verla) interno.

Y mi último descubrimiento es el crochet. Hacer punto.

Lo descubrí cuando estuve en casa de mis padres en Semana Santa y no tengo ni idea de la razón (ni me importa 😉) de porqué me atrapó de esa manera.

Pero me permito ser guiada.

No cuestiono.

No trato de entender.

Cuando tengo un día "malo" sé que si escribo, o salgo a pasear mi mente se aclara.

Con cada palabra que brota, con cada paso que doy, mi mente se va desenredando.

Puedo salir con una auténtica tormenta interior, y volver con una sonrisa de oreja a oreja.

Leer también es algo que me conecta al presente, me inspira, así que todos los días leo algo.

Siempre tengo un libro en las manos, en la mesilla de noche, en el bolso.

Ahora estoy releyendo "El Camino de la Escritura" de Julia Cameron.

Y lo estoy disfrutando como la primera vez.

Hoy es el día del libro, y por lo tanto de la escritura.

Algún libro se vendrá conmigo hoy, seguro.

En tu caso ¿Qué es lo que te funciona? ¿Cuál es tu forma de meditar? ¿De estar presente?

Me encantará leerte y saber de ti.

Creo que hay tantas formas de rezar, orar, meditar, como personas. Y que cada uno seremos guiados a aquello que nos sea más útil.

Pero en mi caso estoy con Kafka.

Escribir es rezar.

Feliz día. 🌹

Iciar.