Me gusta empezar el día cogiendo mi libreta y planteándome la pregunta:
¿Qué es lo que necesito reforzar hoy? ¿Qué quieres que sepa? ¿De qué quieres que sea consciente?
Luego puede que me sienta guiada a hacer algo, leer algo.
Estos días suelo empezar leyendo un texto del libro de Eileen Caddy, "La Voz Interior".
Este es el texto de hoy que, como no podía ser de otra manera, es la respuesta perfecta a una duda que estaba atormentandome estos últimos días.
Fluye con la corriente, no contra ella. Cuando sientas que es necesario cambiar, estáte dispuesta a cambiar y hazlo sin intentar resistirte. Muéstrate muy flexible. Manténte abierta, y nunca permitas que tu actitud sea: "Lo que fue bastante bueno para mis padres también lo es para mí." No vendrá cambio alguno si ésa es tu actitud, y han de venir cambios. Lo nuevo no puede encajar en el viejo molde porque lo nuevo ha desbordado lo viejo y necesita más espacio. Dale más espacio expandiéndote a la par. No tiene por qué ser un proceso doloroso si no hay resistencia. Cuando una planta está en una maceta, hay que cambiarla para dejar que sus raíces crezcan. Cuando tu conciencia ya ha superado las viejas concepciones necesita que se le deje espacio para expandirse en ámbitos nuevos. Ese proceso puede ocurrir de una forma muy natural; no es preciso que haya esfuerzo o tensión. Tan sólo abandónate, relájate y siéntete cambiar y expandirte de una forma tan natural como la respiración, saliendo de lo viejo y entrando en lo nuevo.
Al igual que las plantas necesitan cambiarse de maceta para que puedan seguir creciendo, nosotros necesitamos en ocasiones "trasplantarnos" a otro lugar, otra actividad, otras relaciones para poder seguir expandiendonos.
Ese cambio no tiene porqué ser difícil si no nos resistimos.
Si nos escuchamos podemos sentir esa incomodidad interna, como si la ropa que antes te sentaba de maravilla se hubiese quedado pequeña.
Si no prestamos atención a esos susurros internos acabarán convirtiéndose en gritos.
Como las flores, necesitamos que nuestras raíces tengan espacio para poder florecer.
Cuando el escenario ya no da más de sí necesitamos cambiar la tierra, o cambiar de maceta.
Fluir con los cambios.
Lo que te inspiraba ayer puede que hoy ya no te inspire.
Puede que sientas dentro de ti que hay algo nuevo que quiere manifestarse.
Que ha llegado el momento de probar algo diferente.
Metanoia es una palabra griega que implica un cambio profundo de forma de pensar, actuar, sentir, de ser y vivir. Es como si le dieses la vuelta al calcetín.
Meta = Más allá.
Noia = De la mente.
Ir más allá de la mente.
Desbordarse.
Crecer.
Expandirse.
Hay momentos en la vida donde todo se agita. Donde las viejas estructuras se van cayendo como piezas de dominó.
El suelo se mueve como si caminases por un puente colgante.
Esos momentos suelen ser muy temidos por el ego, pero son absolutamente necesarios para nuestra alma.
Como dice el Curso en las etapas del desarrollo de la confianza, parece como si te estuviesen "quitando" las cosas, pero en el fondo sólo se te está mostrando su falta de valor.
Se te está instando a tirar la vaca por el barranco, como en el cuento. (Leer aquí)
Resistirse a los cambios es muy doloroso.
Porque nuestras raíces necesitan espacio para seguir creciendo.
Nuestra mente necesita seguir expandiéndose hasta el infinito, y más allá.
Voy a trasplantarme.
Feliz día.
Iciar
** "Curiosamente" la carta del oráculo elegida hoy dice así: Baila con la vida. 😊
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