Hoy me levanté con este pensamiento y supe que era lo que quería compartir.
Es una práctica que para mí ha sido transformadora.
Dice así:
Cuando tú mente quiera juzgar, dale la vuelta y da las gracias.
Cuando observes que has perdido tu paz, internamente di: Gracias.
Cuando surja el juicio, el parloteo mental, internamente di: Gracias.
Cuando tu mente empiece a revisitar el pasado, o a preocuparse por el futuro, internamente di: Gracias.
Cuando surja la duda, cuando no sepas que hacer, internamente di: Gracias.
Siempre que tu mente empiece a alterarse, internamente di: Gracias.
En el momento en que surge la agitación, o después, cuando el ego no está tan activo, toma una pausa e internamente di: Gracias.
Usa todo con el propósito de la gratitud.
La gratitud es un estado mental libre de miedo.
La gratitud es la mente recta.
El juicio, la mente errónea.
Esta práctica ha cambiado por completo mi experiencia.
A lo largo del día cuando observo algún tipo de juicio o contracción, internamente digo gracias, y permito que esa gratitud se lleve cualquier rastro de inconsciencia, de miedo, de oscuridad.
La gratitud me devuelve siempre la sonrisa.
Transforma todo lo que toca porque en presencia de la gratitud el ego, que es ingratitud, no puede existir.
No me paro a analizar, simplemente si veo que surge algo que no es perfecta felicidad internamente digo: Gracias, y dejo espacio para que se produzca ese cambio de percepción que es el MILAGRO.
Del miedo al amor.
Del juicio a la gratitud.
Durante el día me tomo descansos y simplemente digo: Gracias.
Lentamente.
Respirando.
Sin esfuerzo.
Es mi forma de volver a este instante.
De conectar con el amor, porque el amor y la gratitud van de la mano.
Son lo mismo.
Cuando por ejemplo estoy hablando con alguien internamente digo: Gracias.
O si escucho algo que me agita de la conversación de otras personas.
Si soy consciente de ello, y me agita, es una oportunidad para la gratitud.
Se trata de algo muy sencillo, pero muy transformador.
De hecho cuando esta práctica surgió me acordé de lo que dice el Curso acerca de la confianza:
La confianza podría resolver CUALQUIER problema en este instante.
Y sentí que lo mismo podía aplicarse a la gratitud.
La gratitud podría resolver CUALQUIER problema en este instante.
No importa la forma que tome el problema, no importa la apariencia del sueño, todo puede transformarse en un Instante Santo.
El Instante en el que elijo la gratitud por encima de cualquier otra cosa.
Por encima de la resistencia, del miedo, del juicio, del dolor, de lo que sea que esté siendo mi experiencia en este instante.
Podría ver paz en lugar de esto, dice el Curso.
Podría ver gratitud en lugar de esto.
No importa lo que "esto" sea.
Recibir todo con un "Sí", eso es la gratitud.
Una total apertura y aceptación.
Dejar de resistirnos es dejar ir nuestra inversión en el ego, y abrazar todo desde ese espacio de no interferencia.
Esa es mi propuesta hoy.
Es lo que necesito recordar.
Gracias por ayudarme a recordarlo.
La transformación empieza con un GRACIAS.
Feliz día.
Iciar
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