Descansas en la intemporalidad
- Iciar Piera

- hace 3 horas
- 1 Min. de lectura
Hoy recordamos juntos:
Descansas en la intemporalidad.
Hay un movimiento constante en la mente egoica.
Corre hacia el pasado para explicar, corre hacia el futuro para anticipar, y nunca se queda aquí.
Y ese movimiento es agotador.
Pero tú no eres ese movimiento.
Tú eres el espacio en el que ocurre.
La intemporalidad no es algo lejano, espiritual o elevado.
Es simplemente el momento presente cuando no es interpretado.
Es este instante… sin historia.
Cuando descansas en la intemporalidad, no estás negando tu vida, ni tus tareas, ni tus relaciones.
Estás recordando desde dónde las vives.
No desde la prisa.
No desde la carencia.
No desde la presión.
Sino desde la quietud que te sostiene.
Piensa en una ola.
La ola sube, se forma, se mueve y se disuelve.
Parece nacer y morir.
Pero el agua en sí… nunca nace ni muere.
El cuerpo, las emociones, los pensamientos —son olas.
Vienen y van.
Pero tú… eres el agua.
Tu esencia no se mueve.
No cambia.
No pasa.
Ahí es donde descansas.
Así que hoy, cuando notes tensión, urgencia o velocidad, no intentes arreglar la situación.
Simplemente haz una pausa…
una sola respiración consciente…
y repite internamente:
“No tengo prisa. Descanso en la intemporalidad.”
Y deja que algo dentro de ti se ablande.
Que el tiempo se suelte.
Que la mente vuelva a casa.
Hoy descansas donde siempre has estado:
en lo eterno, lo suave, lo que no pasa.
En Dios.
Feliz día.
Iciar





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