top of page

Dios va conmigo dondequiera que yo voy

  • Foto del escritor: Iciar Piera
    Iciar Piera
  • 6 oct
  • 2 Min. de lectura

Hay pensamientos que, cuando los leemos, parecen tan sencillos que casi los pasamos por alto. Pero si nos detenemos un momento, si los dejamos descender del intelecto al corazón, se abren como un milagro.


Este es uno de ellos.

Dios va conmigo dondequiera que yo voy.


No “a veces”. No “si me porto bien”. No “cuando medito o estoy en paz”.


Dios va conmigo siempre.


Incluso cuando me olvido, incluso cuando me cierro, incluso cuando creo estar completamente sola o perdida en mis pensamientos de miedo.


El Curso nos enseña que no nos hemos separado de Dios, sino que solo creemos haberlo hecho. Esta idea es un antídoto contra esa creencia: me recuerda que Su Presencia no se pierde, solo se niega o se olvida.


Cuando Jesús nos pide que recordemos que Dios va conmigo dondequiera que yo voy, no está hablando de un dios externo que me acompaña como un guardián distante, sino de una Presencia interior. El Amor mismo que me dio el ser. La quietud que sigue intacta bajo todo ruido mental.


Cada vez que digo este pensamiento, me reencuentro con la indefensión. Porque si Dios va conmigo, ¿de qué podría defenderme?


La indefensión nace de la certeza de que no camino sola.


Ya no necesito controlar, anticipar, ni protegerme, porque estoy sostenida en algo mucho más grande que mi pequeño yo.


A veces este pensamiento se siente como una caricia:


💫 “Dios está conmigo en este instante.”


Y otras veces como un ancla:


🌿 “No importa lo que ocurra afuera; la Luz está aquí.”


Es un recordatorio de pertenencia, de inocencia y de hogar.


De que dondequiera que vaya, no puedo salir del Amor.


Feliz día.

Iciar

Comentarios


Publicar: Blog2 Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

©2021 por followyourbliss. Creada con Wix.com

bottom of page