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  • Foto del escritorIciar Piera

Déjame aquietarme y escuchar la verdad

Actualizado: 11 abr


A medida que iba leyendo la lección de hoy: "Déjame aquietarme y escuchar la verdad" una imagen aparecía en mi mente.

Sabes cuando estás nadando en el mar, especialmente cuando ya no haces pie, para mantenerte necesitas estar moviéndote, pero seguro que alguna vez habrás probado eso de "hacerte el muerto".

En el instante en el que sueltas el control, el movimiento, y te dejas ir puedes comprobar que el mar te sostiene.

Si lo has puesto en práctica habrás observado que no se precisa de ningún esfuerzo, un simple instante de "rendición" y el mar está ahí para sujetarte.

Y si cierras los ojos, y te permites estar aquí, empezarás a notar una calma, la sensación de que no tienes que hacer nada.

Un descanso.

Pero seguro que al rato empezarás a notar una intranquilidad, una sensación de miedo, ¿será seguro? Si me dejo llevar, ¿donde acabaré?

Así que abres los ojos y vuelves al movimiento.

El otro día compartía en facebook (si quieres estar en contacto conmigo te sugiero que lo hagas a través de facebook e instagram que son las plataformas que más utilizo) una poesía de Khalil Gilbran acerca del miedo a dejar ir esa individualidad, ese movimiento.


“Dicen que antes de entrar en el mar, EL RIO tiembla de miedo... mira para atrás, para todo el día recorrido, para las cumbres y las montañas, para el largo y sinuoso camino que atravesó entre selvas y pueblos, y vé hacia adelante un océano tan extenso, que entrar en él es nada más que desaparecer para siempre. Pero no existe otra manera. El río no puede volver. Nadie puede volver. Volver es imposible en la existencia. El río precisa arriesgarse y entrar al océano. Solamente al entrar en él, el miedo desaparecerá, porque apenas en ese momento, sabrá que no se trata de desaparecer en él, sino volverse océano.”
Khalil Gilbran.

Así que esta lección me recordó que puedo detenerme por un instante, puedo aquietarme, como al "hacerme el muerto", y escuchar la verdad.

Algo me sostiene. Algo que no me dejará caer. Algo en lo que estoy aprendiendo a confiar.

Esta lección, cuando la practico durante cinco minutos cada hora me ayuda a reforzar esa confianza.

El océano del Ser me sostiene.

La verdad me acogerá cada vez que dejé ir mis defensas, y me hablará.

Hoy me daré permiso para aquietarme y escuchar la verdad.

Feliz día Iciar


PD: He empezado a grabar las lecciones del Curso como una forma de meditación y para tenerlas como recordatorio a lo largo del día. Las podrás escuchar en mi canal de youtube:




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