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Foto del escritorIciar Piera

El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir

Ayer leía un texto de Rupert Spira, maestro de no dualidad (advaita) que me ha recordado esta lección del Curso:


El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir (L138).


El texto de Rupert decía así:


Imaginemos a una mujer que vive en un pequeño apartamento en una calle ruidosa de la ciudad y viaja todos los días hacia y desde el trabajo en transporte público.


Después de una semana ocupada y agotadora, conduce un par de horas hasta el campo, donde tiene una pequeña cabaña, y disfruta de un fin de semana tranquilo y relajante.


El domingo por la noche regresa a la ciudad y el ciclo se repite, semana tras semana, ida y vuelta desde su estresante vida en su departamento hasta la paz y tranquilidad de su cabaña.


Un día ya está harta: pide permiso a su jefe para trabajar desde casa, vende su apartamento y se muda a su cabaña.


Su vida deja de oscilar entre el estrés y la ansiedad de la vida en la ciudad y la paz y tranquilidad de la vida en el campo.


Continúa trabajando y es tan productiva como siempre, pero sin abandonar la tranquilidad de su hogar.


De la misma manera, durante un tiempo parece que viajamos de un lado a otro entre la turbulencia de nuestros pensamientos, sentimientos, sensaciones y percepciones en el primer plano de la experiencia, y la presencia inherentemente pacífica e incondicionalmente plena de la conciencia en el fondo.


Sin embargo, con el tiempo, nuestra verdadera naturaleza de conciencia dejará de ser algo que parecemos visitar de vez en cuando y será entendido y sentido simplemente como lo que somos.


Ser conscientemente la presencia de la conciencia se convertirá en nuestra condición natural y no será necesario ningún esfuerzo ni para regresar allí ni para mantenerla. Se convertirá en nuestra nueva identidad. Nos mudamos. Vivimos allí, como eso.


– Rupert Spira, Tú eres la felicidad que buscas


En la lección 138 del Curso se nos dice que mientras creamos en la separación, dualidad, tendremos que elegir porque creemos que hay opciones.


Así que cómo relata Rupert estaremos llendo y viniendo entre dos posiciones.


Esas posiciones son, como veíamos en la última entrada, la gratitud o el juicio.


La aceptación o la resistencia.


El Cielo, o el infierno.


El Espíritu Santo o el ego.


La posición que hayamos elegido determinará nuestra experiencia, nuestro sentir.


La presencia inherentemente pacífica que somos, o la agitación y la turbulencia con la que nos hemos identificado.


Hace un tiempo e inspirado en otro maestro de la No dualidad, Mooji, sentí que lo único que teníamos que tener presente a lo largo del día era cual era nuestra posición.


¿Cuál es mi posición?


Mi posición es la vida ajetreada de la cuidad del ejemplo de Rupert, o la vida pacífica del campo.


¿Quién creo ser?


Esto es lo mismo porque mi posición está relacionada con mi evaluación acerca de mí mismo.


¿Creo ser el personaje del sueño, la turbulencia, el cambio, o creo ser el soñador, el Observador, la presencia inmutable que "observa, espera y no juzga"?


El Cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir.


Mientras creas que hay opciones tienes que elegir.


Hasta que te retires al campo, Conciencia, y te quedes a vivir allí.


Feliz día.

Iciar


Imagen: Muse Alchemy




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