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El perdón es descansar

  • Foto del escritor: Iciar Piera
    Iciar Piera
  • hace 1 día
  • 2 Min. de lectura

En la definición del perdón que Jesús da en el Curso se dice lo siguiente:


"El perdón es tranquilo y sosegado...y no hace nada".

No hace nada.


Y luego añade:


"Observa, espera y no juzga".

Jesús está hablando de la conciencia.


El ego cree que perdonar es algo que "hacemos", como enviar bendiciones o luz a aquellos que consideramos "enemigos'.


Hay un rastro de soberbia en ese perdón que sigue apoyando la separación.


El Curso lo llama "perdón para destruir".


El perdón del Curso es descansar.


Descansar del ego.

Descansar del conflicto.


Descansar de la lucha interna.

Descansar del control.


Descansar de esa sensación interna de que "hay algo que arreglar".


Ese impulso de "mover ficha".


Descansar del mundo.

De sus múltiples reclamos y tentaciones.


Descansar.


Como una exhalación profunda después de haber estado conteniendo la respiración por mucho tiempo.


Descansar.


Como una rendición tierna a la certeza de que algo ya te sostiene.


Descansar.


Como el estado mental donde no hay nada que temer.


El perdón es descansar.

Soltarse.

Aligerar el peso.

Ablandarse.


Respirar.

Y permitir que el Amor se ocupe de todo.


Hacerse a un lado.


Creo que el perdón es algo que se nos resiste porque implica muy poco de nosotros.


Una mínima parte pero que resulta fundamental.


Un paso atrás donde soltamos el control, el deseo de dirigir, y nos convertimos en un seguidor.


Un observador.


Nos movemos a un nuevo vecindario, el Mundo Sencillo donde todo es fácil.


Porque el perdón es fácil.

Pero no para el ego.


Porque el "perdón no hace nada"...y el ego es ese "hacer'.


El perdón es descansar.


Descansar del que planifica. Se preocupa. Trata de anticipar. Vuelve una y otra vez al pasado.


Descansar del contador de historias. Del creador de mundos. Del inventor de escenarios que sirven al mismo propósito.


Descansar del tiempo y su tiranía ilusoria.


El perdón es descansar.


Descansar.


Ay.... (exhalación profunda).


Y recordar que nunca hubo nada que perdonar, solo la creencia de que sí lo había.


Feliz día.

Iciar


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