Dice el Curso que la única forma de ser feliz es "si no tomas decisiones por tu cuenta".
Esto es de la mano del ego.
Porque el ego no te conoce, no sabe quién eres, no sabe lo que te conviene, ni donde reside tu verdadera felicidad.
Cuando decido con el ego siempre acabo en un callejón sin salida.
Tengo la sensación de dar vueltas, y más vueltas sin llegar a ningún lado.
Me siento prisionera del mundo, de las circunstancias del mundo.
Reniego de mi propia vida.
Decidir con el ego es la forma en que perpetuamos el tiempo.
Una vieja historia que ya se terminó.
En el Curso Jesús nos instruye, y sugiere, (porque nunca impone) elegirle a Él como maestro en lugar de al ego.
Tenemos que habernos cansado mucho del ego para tomar esta otra opción. Incluso cuando vemos que una y otra vez nos estrellados contra la misma pared, seguimos confiando en que la próxima vez será diferente.
No lo es.
Hace un tiempo un pensamiento vino a mi mente:
El juicio de Jesús, del Espíritu Santo, es la sonrisa.
Su juicio siempre nos lleva a un espacio de quietud porque nos recuerda la verdad.
Nos devuelve la sonrisa.
Esa verdad es paz, dicha, felicidad.
Si quieres saber cómo puedes hacer para que CADA DÍA SEA UN DÍA FELIZ, toma esta decisión:
Hoy no tomaré ninguna decisión por cuenta. Hoy permitiré que Jesús, el Espíritu Santo, sea el Juez de todo lo que acontece.
Hoy me haré a un lado y recordaré que hay otra manera de ver el mundo.
Otra manera de juzgarlo.
Cuando surja la tentación, cuando pensamientos de dolor, ansiedad, culpa broten en tu conciencia. Cuando alguna situación parezca llevarte a la guerra, al conflicto, alejándote de la paz, simplemente di:
Jesús, Espíritu Santo, juzga esto por mí. Juzga su causa.
Y está hecho.
Deja que Él sea hoy el Juez de todo lo que acontece.
Porque Su juicio es la sonrisa.
Y eso es todo lo que deseas.
Feliz día.
Iciar