La gratitud te devuelve a la sonrisa
- Iciar Piera

- 20 sept
- 2 Min. de lectura
A veces creemos que la gratitud es solo para cuando las cosas van bien. Pero la verdadera gratitud —la que transforma tu vida— es la que eliges en medio del conflicto, cuando todo en ti quiere resistirse.
Hace un tiempo recibí un pensamiento muy claro:
“La gratitud podría resolver cualquier problema en este instante.”
Al principio me pareció demasiado simple, pero con el tiempo descubrí que es la llave que abre la puerta al Mundo Sencillo.
Porque cuando dices gracias incluso frente a lo que no deseas, algo cambia de inmediato: dejas de luchar.
🔑 Gratitud como camino de indefensión
Cada vez que agradeces lo que ocurre, sueltas el papel de juez y de estratega.
Ya no necesitas explicar, justificar o defenderte.
Simplemente dices:
Gracias. No lo entiendo, pero confío en que esto también está aquí para mí. No necesito pelear con la vida.
Este acto de gratitud es en sí mismo un acto de indefensión. Y la lección 153 de Un Curso de Milagros nos recuerda que en la indefensión reside nuestra seguridad.
🌱 Gratitud que florece en sonrisa
Algo hermoso sucede después de agradecer: el cuerpo se ablanda, la mente deja de empujar y aparece la sonrisa.
No porque la situación haya cambiado, sino porque tú has cambiado de percepción.
Has elegido el milagro.
La gratitud es la raíz; la sonrisa es la flor.
La gratitud dice “sí”; la sonrisa muestra que ese “sí” es real.
✨ Práctica para el día a día
La próxima vez que notes que estás tensa, que surge el impulso de defenderte o de controlar, detente un momento y prueba esto:
Respira.
Di internamente: “Gracias por esto, aunque no lo entienda.”
Siente cómo la tensión se suaviza.
Sonríe, aunque sea muy levemente.
Recuerda: “Ya estoy en el Mundo Sencillo.”
Es una práctica sencilla, pero profundamente transformadora. La gratitud deshace el juicio en la mente y la sonrisa lo confirma en el cuerpo.
Feliz día.
Iciar





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