La Voluntad de Dios para mí es Perfecta Felicidad

La Voluntad de Dios para mí es Perfecta Felicidad.

La Voluntad de Dios para mí es la sonrisa.

Su Voluntad no está condicionada o supeditada a nada.

Siempre está presente.

Es la única Voluntad.

Cuando acepto Su Voluntad soy feliz.

De hecho SÓLO (yo no lo he puesto en mayúsculas) puedo ser feliz cuando acepto Su Voluntad.

Creo que son las cosas del mundo las que me aportan felicidad.

Creo que si algo fuese diferente, sería feliz.

Creo que es mi vida la que tiene que ser feliz.

Pero esa voluntad es voluble.

Va y viene.

Nunca parece satisfacerse.

Siempre hay algo más que necesito conseguir, alcanzar, corregir, para llegar a esa meta que tan pronto la alcanzo ya ha desaparecido.

La felicidad del ego nunca se consigue.

Tan pronto creo que la he conseguido, se evapora.

La Perfecta Felicidad no exige nada.

No es una promesa futura.

Es inmediata.

No precisa que nada sea diferente.

Es una corriente que fluye sin interrupción.

Lo único que puedo hacer es ser consciente de ella, aceptarla, o resistirme a ella.

No me pide más que que esté dispuesta, aunque sea por un instante, a dejarme convencer de que Su Voluntad ya se ha cumplido.

Que Su Voluntad es la único que deseo.

Lo único que puede brindarme auténtica felicidad, dicha.

Consistencia.

Un sueño feliz que sustituye a mis sueños de miedo.

La Voluntad de Dios para mí es la sonrisa.

¿Estoy dispuesta a aceptarla ahora?

Feliz día.

Iciar