Nada real puede ser amenazado.
Lo que puede ser amenazado, por lo tanto, no puede ser real.
Esto es el cuerpo.
Esto son tus creencias.
Esto es tu personalidad.
Esto es el mundo.
Nuestras creencias definen nuestra visión del mundo.
Definen aquello que creemos es posible, o imposible para nosotros.
Definen lo que es "bueno" o "malo", lo que "es aceptable" o no.
Luego las situaciones de nuestra vida ponen a prueba esas creencias.
Cuando algo las valida, nos sentimos bien, cuando algo las cuestiona, entramos en reacción.
Nuestras reacciones ponen de manifiesto nuestras creencias.
Si surge algo y noto una contracción, tensión, malestar, hay alguna creencia por debajo que está en el origen de esa reacción.
Si me llega un pago que no esperaba y noto ansiedad, miedo, o enfado, puedo rastrear esa reacción y darme cuenta de que lo que subyace es una creencia en la carencia, una percepción de mí mismo como carente.
Nuestras relaciones, las diferentes situaciones del día a día interaccionan contra esas defensas que hemos construido detonando una respuesta emocional en nosotros.
Tratamos de mantenernos alejados de esas detonaciones por miedo a experimentar lo que esconden.
Pero todas esas defensas, lo que tratamos de proteger, lo que se tambalea, no somos nosotros.
Es el ego.
Es un constructo que hemos creado, y que creemos que nos define.
Pero realmente nos limita.
Nada real puede ser amenazado, y eso es Espíritu.
Nada irreal existe, y eso es todo lo que puede definirse.
En eso radica la paz de Dios.
En no identificarnos con lo finito.
En aceptar que somos eternos.
En permitir que todo lo no que es real sea hecho consciente para poder llevar esa falsa percepción a la corrección.
Solo así descubriremos que debajo de cada piedra angular del ego se encuentra la paz, el amor, la dicha.
Que lo que tratábamos de proteger nos impedía ser felices.
Que todo aquello que nos perturba es un regalo.
Que la Vida nunca ha estado en nuestra contra, siempre nos ha estado apoyando, al proveernos de las oportunidades para identificar nuestras defensas.
Que lo que somos no puede ser amenazado por nada.
Feliz día.
Iciar
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