Si hace tiempo que me sigues ya sabrás que hay una frase que repito una y otra vez:
Mi única función es felicidad.
Enseñamos lo que necesitamos aprender, y yo necesito aprender que esto es así.
Porque me olvido.
Entonces pienso que tengo otras funciones aparte de esta.
Por ejemplo compatir, incluso escribir.
Me gusta escribir. Disfruto compartiendo.
Pero no son mi función.
Mi única función es felicidad.
Es una función que no está sujeta a ninguna circunstancia o condición.
A ningún rol.
Es una función de la mente.
Es un estado mental.
Porque no somos cuerpos, somos mente.
Mente ilimitada.
Cuando confundo mi función con algo del mundo me agito.
Cuando mis pensamientos se dirigen hacia el mundo, me pierdo.
El otro día escuché la frase que da título a esta entrada:
No puedes ver el arco iris si estás mirando al suelo.
Tienes que elevar tu vista.
Recordar que mi única función es felicidad es recordar que siempre estoy bajo el paraguas del espíritu, al amparo de ese arco iris de seguridad y protección que es la mente recta.
Jesús, o el Espíritu Santo, son un símbolo de esa parte de la mente que guarda el recuerdo de la verdad.
Que guarda el recuerdo de quienes somos y de cuál es nuestra función.
Dice la lección 102:
Comparto con Dios Su Voluntad de que yo sea feliz.
Ese yo no es el ego.
Ese yo es la mente.
No se nos pide que seamos un ego feliz.
De hecho en el texto se nos recuerda que sólo podemos ser felices cuando sabemos que descansamos en Dios.
Cuando hemos aceptado que somos Espíritu, mente invulnerable, no un cuerpo vulnerable.
A lo largo del día podemos observar dónde descansa nuestra mente.
Cuando descansa en el mundo perdemos de vista ese arco iris sobre nuestra cabeza.
Sigue ahí, pero no tenemos conciencia de él si estamos mirando al suelo.
Tenemos que elevar nuestra vista.
Una forma es recordando, cada vez que la situación lo requiera, que:
Mi única función es felicidad.
Tomándonos un instante para aceptar esa función que siempre está disponible:
Y acepto ahora la felicidad como mi función.
Retornar a la mente recta.
Sonreír.
Feliz día.
Iciar
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