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  • Foto del escritorIciar Piera

Soy tal como Dios me creó

Actualizado: hace 7 días



Al leer la lección de hoy, "Soy tal como Dios me creó", reflexionaba acerca del proposito de nuestros aparentes "problemas".

Hoy me levanté con malestar, así que la tentación está servida.

El propósito de todos nuestros aparentes "problemas" es negar el pensamiento de la lección de hoy.

Si soy tal como Dios me creó entonces no puedo experimentar preocupación de ningún tipo. Si soy tal como Dios me creó la más ligera sensación de enfado, o de tristeza, de lo que no sea perfecta felicidad no puede ser real, es simplemente un retazo de mi deseo de no ser tal como Dios me creó.

De mi deseo de autonomía. De mi deseo de ser especial, único, diferente.

Si prestas atención a tu día verás que a lo largo del mismo hay miles de veces en las cuales te ves reaccionando, juzgando, atacando, preocupándote, hablando de tus "problemas", o tratando de arreglarlos, solucionarlos.


Tratando de crear una "mejor" versión de ti mismo por ejemplo más amorosa, o más bondadosa para obtener reconocimiento o atención.

Esa inversión en el mundo, en el cuerpo, el tuyo o el de otro, es la forma en la que negamos el pensamiento de que somos tal como Dios nos creó.

Es la forma en la que afirmamos que somos una criatura del ego, no de Dios.

Que no descansamos en Dios, como veíamos ayer, sino en el mundo.

Que el amor de Dios no es nuestro sustento, como dice la lección 50, sino que el mundo es nuestro sustento.

El ego necesita problemas, preocupaciones, conflicto para poder existir.

Así que siempre hay algún problema que parece más difícil de entregar, de sanar, algún problema irresoluble que parece mantener el pie la defensa del ego contra la verdad de que eres tal como Dios te creó.

Si observas las muchas oportunidades a lo largo de un día en las que te ves en las fauces del miedo entenderás la resistencia que le tenemos a la luz, la negación a aceptar que somos tal como Dios nos creó.

El entrenamiento mental es aprender a mirar a esas tentaciones con una sonrisa, sin juicio, de la mano de nuestro maestro interno que sabe que tu verdadera identidad no ha cambiado, que nada del sueño pudo afectar a tu verdadera identidad, ninguna apariencia ha podido ocultar su luz.

En mi caso por ejemplo algo que surge una y otra vez es la sensación de falta de valía, de insuficiencia, y la comparación.


Así que entro en facebook por ejemplo y al leer alguna entrada o ver algún perfil puedo notar esa sensación salir a la superficie.


Entonces es el momento de recordar la lección del día: Soy tal como Dios me creó, y volver a la sonrisa que es el resultado de dejar de negar mi identidad.

Porque no me siento mal por lo que observo, sino porque estoy utilizando esa situación para negar mi verdadera identidad, y eso es lo que duele.

Lo que duele es esa negación, ese rechazo.

El perdón es siempre a uno mismo, no importa la situación en la que se aplique.

El perdón es observar lo que estamos haciendo y decir: no, esto no es lo que deseo.

En el Curso se nos dice:


La verdad será reastaurada en tu conciencia por tu deseo, así como se alejó de tu conciencia por tu deseo de algo más.

Y también se nos recuerda que la iluminación no es un cambio, es un reconocimiento (no se trata de hacer por lo tanto una "mejor" versión de nosotros mismos sino de aceptar la perfección de nuestro Ser ahora, al negar la imperfección de la versión del ego que es lo que pensamos que precisa de una "mejora").

La iluminación es la aceptación del pensamiento de hoy:


Soy tal como Dios me creó.

Feliz día.

Iciar

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