No quiero escribir este mensaje.
¿Todo?
Ummmm...
Pero si este es nuestro sueño...entonces esto tiene que ser verdad.
Todo lo hemos elegido.
No al nivel del mundo, pero si al nivel de la mente.
Si observas las noticias en este instante esto no parece ser muy amoroso.
¿Alguien puede haber elegido nacer en zona de conflicto?
Una vez más, no parece muy amoroso.
Pero es simplemente porque lo estamos viendo de forma errónea.
Como un cuerpo.
Y si creo que soy un cuerpo, lo que le pase al cuerpo puede ser muy atemorizante.
Juana de Arco siempre ha sido un símbolo para mí.
Un símbolo de lo que significa estar comprometido con esa voz en tu mente que te recuerda que no hay nada que temer.
Esta es una de las lecciones más cortas del Curso, pero en mi caso una de la que más recurro una y otra vez porque es algo que es muy fácil de olvidar.
Ciertamente para los cuerpos hay mucho que temer.
La idea de hoy afirma simplemente un hecho. No es un hecho para los que creen en ilusiones, mas las ilusiones no son hechos. En realidad no hay nada que temer. Esto es algo muy fácil de reconocer. Pero a los que quieren que las ilusiones sean verdad les es muy difícil reconocerlo
Compasión es no ver a nadie como un cuerpo.
Esa es la verdadera compasión.
Porque si creo que eres un cuerpo te estoy robando tu poder.
Te estoy condenado a sufrir, y morir, porque ese es el propósito de los cuerpos.
Por horroroso que pueda parecer un escenario, elegir la opción de creer que eres una víctima no se siente bien.
¿Cómo podría eso ser la verdad?
La verdad aporta paz, y pensar que alguien puede sufrir, o estar en peligro, en mi caso no se siente bien.
¿Estoy siendo ilusoria Jesús? ¿ Estoy escondiendo la cabeza en la arena?
Yo no quería escribir esta entrada.
Porque es más fácil seguir la corriente.
Darse golpes en el pecho.
Pero es en momentos de tormenta cuando tenemos que mantenernos más centrados.
No perder de vista el objetivo.
Recordar la verdad.
Una vez más, ser compasivo es no ver a nadie como un cuerpo.
Saber, o al menos estar dispuestos a que se nos convenza, de que siempre estamos a salvo.
Siempre.
Sin excepciones.
Yo no quería escribir esta entrada, porque una parte de mí sigue queriendo poner el poder fuera.
Responsabilizar a otro.
Ser una víctima.
Dice el Curso:
Nada tan cegador como la percepción de la forma.
Nada que nos tiente más a olvidarnos de la verdad.
Y la verdad es que somos Espíritu.
La verdad es que siempre estamos a salvo.
La verdad es que no hay nada que temer.
¿Quiere eso decir que no hagas nada?
Por favor, no.
Pero si lo que haces surge de un lugar de miedo y separación no estás siendo de ayuda.
No estás contribuyendo a la solución sino perpetuando el problema.
Y actuamos asi porque en el fondo creemos, menos mal que son ellos, y no yo.
Pero es tu sueño, no lo olvides.
Y lo que elijas que ellos sean es lo que creerás que tú eres.
Un cuerpo vulnerable, o mente invulnerable.
Feliz día.
Iciar
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