top of page
  • Foto del escritorIciar Piera

Un mundo sin significado engendra temor

Actualizado: 23 abr

Dice Jesús en el Curso que el mundo es neutral.


Que no significa nada.


Que son nuestras percepciones las que colorean el mundo, dotando de significado a nuestras experiencias.


Dice la lección 13:


Un mundo sin significado engendra temor.


Un mundo sin significado nos da miedo.


Hace un tiempo escuché el pensamiento de que "un mundo sin significado no existe".


Supongo que es eso lo que nos da miedo.


Porque esto hace al pensamiento de separación ilusorio.


Y creemos ser hijos de la separación.


Si la "diminuta idea loca de la separación" es falsa entonces todo lo que surgió de ese pensamiento tiene que ser igualmente falso, irreal.


“A world of pure imagination” (un mundo de pura imaginación), como dice la canción.



Así que la forma que tenemos de defendernos de este pensamiento, y tratar de aferrarnos a una identidad ilusoria, es darle significado a todo.


Si reacciono al mundo estoy diciendo: esto SI es real.


Pero ese significado no es un hecho, es una interpretación. Un juicio. Algo que superponemos a lo que no puede ser juzgado salvo como falso.


Cada percepción no es más que un post-it que colocamos sobre lo que no significa nada.


Porque lo que no significa nada no existe.


Y yo quiero que exista. Que tenga significado. Que sea real.


Estamos tan apegados a ese "pequeño yo" que practicar esta lección puede despertar un gran temor.


Estoy contemplando un mundo que no tiene significado.


En el fondo sabemos que esa identidad separada no es real, y que por lo tanto tiene que ser reafirmada una y otra vez.


Si no lo hacemos desaparecerá, porque no es nada. No significa nada.


Si no dotamos de significado al mundo a través de nuestros juicios desaparecerá, porque no es nada. No significa nada.


Un mundo sin significado engendra temor porque creo que estoy compitiendo con Dios.


Es Su evaluación o la mía.

Su juicio o el mío.


Esa es la competencia.


Cada vez que juzgo, que reacciono a algo del mundo, por pequeña que sea esa contracción, lo que subyace es esa lucha entre Dios y el ego.


O Dios es real, o el ego es real.


El ego se ve amenazado y se resiste.


Se revuelve.

No quiere morir.


Ese es el miedo a la luz. El temor a Dios.


El propósito del día es servir como un aula donde aprendemos de Jesús a observar esas defensas, esa resistencia, sin juzgarnos.


Eso es el perdón.


Nos perdonamos por no querer escuchar a esa voz tranquila y serena que nos recuerda una y otra vez que:


No ha pasado nada.

No ha cambiado nada.


El mundo no existe.

No significa nada.


Eres tal como Dios te creó.


Ahora.

Ahora.

Ahora.


Feliz día.

Iciar


Imagen: @hheininge





10 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
Publicar: Blog2 Post
bottom of page