Antes de ponerme a escribir esta entrada veo en facebook este mensaje:
The call to awaken comes from deep within. It is the invitation to an adventure like none the world has ever offered. David Hoffmeister.
Vaya si es una aventura.
Ayer me sentí guiada a ver una serie, últimamente observo que lo que necesito se me presenta, así, sin más. No tengo ni que salir a buscarlo.
Puede que siempre haya estado todo delante de mis narices, pero no le prestaba atención.
De esto habla precisamente esta serie, de esa realidad que está presente pero de la que no somos conscientes.
Sólo he visto dos capítulos pero ya estoy enganchada.
Esta noche sin duda caen otros dos.
Por si la quieres ver se titula "Dispatches from Elsewhere" (Desde otro lugar). Está en el catálogo de Amazon Prime.
Un símbolo de esa llamada al despertar que se encuentra en la mente, y a la que podemos responder, o no.
Todo es un símbolo en la mente.
Todo nos muestra dónde se encuentra nuestra mente a cada instante.
¿Recuerdas el haz de luz del que hablaba en otra entrada?
Pues eso.
Jesús nos dice que la consistencia proviene de una atención indivisa. Como un rayo láser.
¿Dónde se encuentra mi mente a cada instante?
Mi sentir es un barómetro de precisión suiza que me señala aquello en lo que estoy invirtiendo.
¿Me gustan los dividendos?
Si no me gustan, puedo invertir en algo diferente.
Jesús, show me where is my bliss today.
Puedo ser yo la que planifique mi día, o puedo estar abierta a que se me dirija.
Puedo permitir que el día sea orquestado por una presencia amorosa que quiere lo mejor para mí, que desea mi felicidad.
Jesús, show me where is my bliss today.
Hay ocasiones a las que a mi mente viene una melodía.
De repente me veo tarareando un estribillo, como ayer con la canción de Rick Ashley: I got angels on my side.
And I got angels on my side
I got angels flying high
And everything gon' be alright
'Cause I got angels on my side.
O alguien comparte una canción conmigo (Gracias Imma), ¡incluso spotify me sugiere una playlist con mis canciones favoritas!
Yo sólo mantengo esa oración en mi mente, quiero sentime inspirado, vivo, y luego mi atención se va hacia algo, algún pensamiento viene a mi mente, o simplemente una sonrisa se dibuja en mi rostro.
Si noto que mi sentir se desvía, vuelvo a repetir mi oración.
Procuro ser consciente, y tomar nota, de esos pequeños milagros del día a día porque el ego tiende a desestimarlos.
Vale sí, muy bonito el vídeo ese que has visto, pero volvamos a nuestra vieja canción de __________ (y aquí puedes poner la melodía que esté presente en tu día a día).
Al abrir hoy facebook vi un vídeo de la canción de Jerusalema que tan popular se ha hecho en los últimos meses.
No sé si es el ritmo que es pegadizo, pero a mí me trasmite alegría.
Es como la canción de Pharell Williams: becauseeeeeee I'm happyyyyyy.
O la banda sonora de la película Trolls:
I got this feeling inside my bones. It goes electric, wavey when I turn it on. All through my city, all through my home. We're flying up, no ceiling, when we're in our zone.
¡A que has empezado a tararearlas! 😉
When we're in our zone.
Cuando estamos alineados con esa otra realidad de la que habla la serie que antes te comentaba.
Cuando estamos conectados a ese zumbido, "The Hum".
Nuestra parte es mantener esa oración en la mente, y luego escuchar.
Mantenernos vigilantes.
Después seguir la guía, el impulso, el llamado.
Esa idea que como Cupido clava su flecha en tu corazón (¡qué poética me he vuelto de repente!)
Contestar a esa llamada.
Dar un paso al frente.
Decir que SI.
Estar dispuesto, preparado, en sus posiciones.
Si a lo largo del día experimento que mi sentir no es de felicidad miro a ver si hay algo que he sentido hacer, algún "promp" que he pasado por alto, o que he desestimado por algo que creía era "más importante" en ese momento.
Me aquieto, y me hago esa pregunta.
Y luego escucho.
La guía del espíritu es siempre amorosa, y es siempre voluntaria.
El ego impone, pero la forma de actuar del espíritu es más como una sugerencia: "yo creo que esto te ayudaría en este momento".
Tenemos que aprender a confiar en que esa parte de nosotros nos conoce muy bien, y sabe lo que nos hará felices.
Sabe dónde reside nuestra auténtica felicidad.
Nuestro "bliss".
Luego de nosotros depende responder, y seguir esa guía, o no.
Cuando me senté a escribir el título fue: Una cuestión de motivación.
Porque responder a ese llamado es una cuestión de motivación.
Despertar es una cuestión de motivación.
Nada nos aprisiona en este sueño.
Somos como Truman víctimas de nuestro propio sueño.
De nuestra propia decisión.
Cuando en la película "El Show de Truman" le preguntan en una entrevista al productor Christof (Christ-of, el Cristo desconectado) porque Truman nunca ha descubierto la verdadera naturaleza de su mundo, Christof responde:
Aceptamos la realidad del mundo en el que vivimos.
Luego dice: No es un prisionero, puede irse cuando quiera. Si estuviese completamente decidido a descubrir la verdad, no podríamos impedírselo.
Cuando estemos completamente decididos a descubrir la verdad, nada podrá detenernos.
Una cuestión de motivación.
Feliz día.
Iciar
Si no has visto la película de "El Show de Truman" te la recomiendo.
Te dejo con el trailer: